

Así como la lluvia limpió el parral y dejó ver el patio desde la habitación del nene del segundo piso, también arrastró el mugral y atragantó las bocas de patio que inundaron las casa y prolongaron los trabajos de limpieza hasta pasada la medianoche. Y así como el cansancio del trabajo apagó el insomnio a la hora del sueño, también difumino la historia en la que ninguna afirma a ciencia cierta que tal vez quizás vieron durante la noche al hombre con camisa celeste caminando en la terraza.
4 comentarios:
buena foto la primera, fotaza.
apa
el hombre de la camisa celeste estuvo
siempre
mujeres asesin....ables.
sentadas en su sillon de cortina de funeraria, la doña se dispone a contar la historia que ud, sin embaro, deberia continuar.
salud
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